René Guénon
En la confusión y en la incertidumbre propias de la ignorancia profana que invade todos los campos, incluidos los que deberían ser (por eso mismo) más preservados, ciertamente son muy pocos los testimonios en grado, como la obra de René Guénon, de ayudar a recuperar la claridad y la certeza de un conocimiento capaz de ordenar cada cosa en su justo lugar.
Y nosotros creemos que la obra de Guénon, aunque no ha suscitado consecuencias espectaculares -consecuencias que, cuando deben manifestarse, lo hacen siempre a último momento- no ha caído en saco roto. No son muchos los que han sido capaces de seguir la misma dirección, pero el asentimiento de aquéllos que realmente la han reconocido es debido a una correspondencia intelectual íntima y potente, capaz de cambiar en profundidad la orientación de su pensamiento en una dirección completamente diferente. Para los que han sido tocados en tal modo por la obra de René Guénon ha sido, se podría decir, una especie de "segundo nacimiento" sobre el plano mental, reflejo y casi presentimiento del segundo nacimiento efectivo, la Iniciación.
Sin embargo, es incontestable que el asentimiento teórico a los principios tradicionales, como han sido expuestos por René Guénon, representa solamente una condición preliminar para una realización efectiva, por lo tanto sólo mental, y que no es fácil pasar de la una a la otra. La desproporción entre lo "especulativo" y lo "operativo" puede traducirse entonces en un verdadero desequilibrio entre el plano mental y el conjunto viviente de la individualidad. Tal desequilibrio no es, por otra parte, algo necesariamente negativo, ya que, al contrario, normalmente este debe resolverse por la misma aspiración a la realización, que será tanto más viva cuanto más consciente sea el estado de desequilibrio. Si en la práctica, satisfacer esta aspiración se revela como algo muy difícil y peligroso ya desde los primeros pasos, no por eso se debe caer en el desánimo. En efecto, cada ser no podrá más que encontrar aquello que se encuentra en conformidad con su naturaleza más profunda. Además, si la obra de René Guénon no fue concebida exclusivamente para una comprensión sobre el plano mental y si, como creemos, es lo que tiene que ser para cumplir su función, ciertamente ella debe contener ciertas "señales" que pueden ayudar al aspirante a "orientarse", a fin de superar aquel asentimiento mental preliminar, a menudo acompañado de un entusiasmo bien justificado que esta obra suele despertar desde su primer encuentro.
Por todo esto, en editorial Keystone, en estrecha colaboración con A.C Pardes, siempre seguido a un riguroso trabajo de traducción en base al texto original revisado por el Autor, iremos lanzando uno por uno los libros de René Guénon, hasta completar una obra que consideramos verdaderamente fundamental, y siempre será susceptible de ulteriores desarrollos, a fin de orientarse en la búsqueda de un auténtico camino de Realización espiritual.